El 23 de septiembre se celebra el Día Internacional de las Lenguas de Signos, una jornada que recuerda la importancia de garantizar la plena participación de las personas sordas en la sociedad y de promover la diversidad lingüística. Esta fecha conmemora la constitución de la Federación Mundial de Sordos el 23 de septiembre de 1951 y fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017, reconociendo así a las lenguas de signos como herramientas esenciales para el ejercicio de los derechos humanos y la igualdad de oportunidades.
Las lenguas de signos son lenguas naturales con estructura propia, que utilizan el gesto, la postura y la expresión facial para transmitir significados y emociones, de manera que no son solo un complemento del lenguaje oral, sino lenguas completas y ricas por sí mismas. En Cataluña, la Lengua de Signos Catalana (LSC) está reconocida oficialmente y es clave para la comunidad sorda, facilitando el acceso a la educación, la cultura, los
servicios públicos y las oportunidades laborales en condiciones de equidad.


Más allá de la LSC, existen otras formas de comunicación alternativa y aumentativa (CAA), como los pictogramas, los sistemas con imágenes, las tabletas digitales adaptadas y otras herramientas que permiten a personas con dificultades en la comunicación oral expresarse y comprender el mundo que les rodea. Estas herramientas son esenciales para garantizar que todas las personas puedan participar activamente en la sociedad, no solo en el ámbito familiar, sino también en la escuela, en el lugar de trabajo y en el ocio.
La celebración del Día Internacional de las Lenguas de Signos es también una oportunidad para concienciar sobre la necesidad de entornos inclusivos y accesibles. La formación en lengua de signos, la incorporación de sistemas CAA en centros educativos y empresas, y la visibilización de la diversidad comunicativa contribuyen a romper barreras y prejuicios. Es un llamado a reconocer que la comunicación no es solo oral, sino diversa y plural, y que una sociedad inclusiva es aquella que ofrece a todas las personas los recursos necesarios para entenderse y hacerse entender.
A través de estas iniciativas, se valora no solo la lengua de signos, sino toda la gama de recursos que permiten que las personas con discapacidad auditiva o con necesidades comunicativas diversas puedan participar, expresarse y conectar con los demás sin barreras, contribuyendo así a una sociedad más justa, rica y cohesionada.